Vuelvo al barrio muy rápido. ¡La foto es de mi calle! Necesito hablar con Elena.
Cuando llego, Elena está en el salón. Tiene un libro y lee.
—¡Elena! ¡Elena! —digo, un poco nervioso.
—¿Qué pasa, Leo? ¿Estás bien? —pregunta Elena.
Saco el móvil y le enseño la foto.
—Esta foto... Una señora dice que es en la Calle Pureza.
Elena coge el móvil. Mira la foto durante unos segundos. Sus ojos se abren mucho.
—¿Dónde está esta foto? —pregunta.
—En la churrería, aquí en Triana.
Elena sonríe. Es una sonrisa triste y feliz a la vez.
—Esa foto es de 1966, en la feria de abril. Estoy segura porque... la chica de la foto... soy yo.
No tengo palabras. No es posible.
—¿Tú? —pregunto.
—Sí, yo. Hace muchos años. A los 18 años.
El misterio está solucionado. La chica de la foto, el alma de Sevilla, es Elena.